Historia La noticia de la proclamación de Fernando VII como rey de España tras el Motín de Aranjuez (17 al 19 de marzo de 1808), recibida en París el 27 de aquel mes, modificó sustancialmente los planes de Napoleón I respecto a su política en la Península Ibérica. A partir de aquel momento el objetivo consistió en la conquista de todo el país, no sólo de las provincias al norte del río Ebro, mediante la sustitución de la dinastía reinante, al declarar ilegítima la abdicación de Aranjuez.