Desarrollo anormal por hipertrofia o hiperplasia de tejidos vegetales, provocado usualmente por insectos o ácaros, aunque a veces la causa puede ser de origen vegetal. Los insectos, al poner los huevos o, más raramente, al alimentarse, desencadenan este proceso anómalo. Dentro de la agalla, que es una reacción de rechazo por parte de la planta, se desarrollan las larvas, alimentándose en general de sus tejidos; una vez terminada su vida larvaria se metamorfosean en el interior y la abandonan como imagos. Las agallas abandonadas suelen servir de refugio y son colonizadas por otros grupos, en especial hormigas y miriápodos. La forma final definitiva suele ser característica de la especie que lo ha causado y permite su identificación. La mayor parte de insectos gallícolas pertenecen al orden de los himenópteros, homópteros o dípteros y su ciclo biológico puede ser sumamente complejo. Así, en los cinípidos (himenópteros) se han descrito hasta cuatro tipos distintos de...