Vida Descendiente del linaje de los Acuña, que había asumido la dirección del Concejo de la Mesta, y sobrino del cardenal Alfonso de Carrillo, en 1420 se trasladó a Italia e inició, junto a su tío, la carrera eclesiástica. Nombrado protonotario apostólico, a la muerte de Alfonso de Carrillo (1434) formó parte de la embajada castellana enviada por Juan II al concilio de Basilea. A instancias del monarca de Castilla fue promovido al obispado de Sigüenza y, a su regreso a Castilla (1436), apoyó a Juan II en las campañas contra las revueltas nobiliarias.