Historia El conflicto abierto con el fallecimiento del monarca había derivado en una verdadera guerra civil entre los partidarios de Isabel I la Católica (1474-1504), hermana de Enrique IV de Castilla, y los de Juana la Beltraneja hija natural del rey. Enrique IV, que había declarado ilegítima a Juana y heredera oficial a Isabel en el Tratado de los Toros de Guisando (1468), rectificó su decisión en 1470 en favor de Juana. El principal valedor de ésta era Alfonso V de Portugal, que había entrado en Castilla a finales de mayo de 1475 para contraer matrimonio con ella y unirse al importante sector de la nobleza castellana que la había proclamado reina. Por su parte, Isabel detentaba el trono con el apoyo de otro sector de la nobleza y de su esposo, el futuro Fernando II el Católico de Aragón (1479-1516).