Religioso y botánico activo en los ss. XVI y XVII. Aunque se tienen pocas noticias de su vida, se sabe que vivió en Madrid y que desde muy niño sintió afición por los jardines. Ordenado sacerdote, dedicó todo su tiempo a la observación y estudio de las especies florales, por lo que pronto se convirtió en un experto en botánica. Su fama llegó a oídos de Felipe II (1556-1598), quien el 15-XI-1589 lo nombró capellán de la Casa de Campo con un doble objetivo: que los jardineros y el resto de la servidumbre pudieran oír misa en el propio recinto los domingos y días de precepto, y servirse de sus conocimientos para el cuidado y conservación de aquellos jardines. Poco después, en 1592, veía la luz, en Madrid, su Agricultura de jardines, un pequeño volumen dedicado a Felipe II, que se convirtió en el primer libro publicado en materia de jardines no sólo en lengua castellana, sino en cualquier otra europea. Habría que...