Antecedentes En la última década del s. XIII y paralelamente a lo que sucedía en Europa, comenzaban a percibirse los primeros síntomas de la decadencia del mundo rural y consecuentemente de las rentas de la nobleza campesina, en favor de las villas y del comercio urbano. El problema se agravó en la segunda mitad del s. XIV debido a la crisis demográfica y a una fuerte devaluación de la moneda. Las diferencias entre el medio rural y urbano se hicieron más palpables a raíz de la recuperación iniciada hacia 1420 y mantenida hasta el tercer cuarto del s. XV.