Trayectoria artística En 1979 debutó en el cine con el largometraje de Pedro Masó La miel. Desde ese momento se convirtió en uno de los rostros infantiles habituales de la cinematografía española. En la década de 1980 demostró un decidido empeño de actor en producciones como Conan el Bárbaro (1981) —coproducción dirigida por John Milius— y, sobre todo, Valentina (Antonio José Betancor, 1982), adaptación de la novela Crónica del alba de Ramón J. Sender, en la que Sanz aparecía secundado, entre otros, por Anthony Quinn; esta interpretación le valió el ”Premio Revelación” del Festival Internacional de Cine de San Sebastián.