(Ripoll, Girona, ¿? –Madrid, 1788). Grabador y tipógrafo. Tras realizar sus primeros estudios en el Real Colegio de Ripoll, siguió el oficio paterno de encepador de la armería. Esta práctica le sirvió para adquirir una excelente técnica en el acabado de las matrices de cuerpos de imprenta, habilidad que adquirió de forma autodidacta. En 1763, su destreza le inspiró la suficiente confianza como para presentarse ante la Junta de Comercio de Barcelona para ofrecer sus matrices en griego y latín a cambio de una pensión. Su fama llegó a oídos del marqués de la Mina, la máxima autoridad local del momento, quien lo recomendó a Carlos III (1759–1788). Éste le ofreció una importante pensión a cambio de su traslado a la cap., donde se le asignó la tarea de abrir matrices con destino a la Real Compañía de Impresores y Libreros del Reino para toda clase de letras de imprenta y en alfabeto latino, griego y hebreo, para así evitar su importación. Con este propósito,...