Escultor n. en Manresa (Barcelona) y m. en 1751. Se formó en el taller de su padre, el también escultor Pau Sunyer, con quien compartió sus primeros encargos. Luego, probablemente, colaboró con Francesc Grau, a la muerte del cual, en 1693, finalizó el retablo de la Santa Cova, en Manresa. A partir de 1696 se instaló en la Cerdaña y el Rosellón, donde alcanzó una notable fama. Entre sus trabajos llevados a cabo allí cabe destacar el retablo mayor de la iglesia de Prada de Conflent (1698-1699), magnífico ejemplo de su personal interpretación del barroco posberniniano, progresivamente cercano a las fórmulas del rococó que triunfaron en el s. XVIII. Instalado en Perpiñán durante la Guerra de Sucesión (1701-1714), proyectó retablos para numerosas iglesias: Osseja (1699), Font-Romeu (1704-1707) y Vilafranca de Conflent (1715), entre otras. En todos ellos se percibe un especial sentido de unidad, así como la preponderancia del elemento escultórico sobre la estructura...