Introducción Excavación que se realiza en la tierra en busca de las capas del subsuelo que contienen agua, con el fin de extraerla hasta la superficie para usos domésticos o agrícolas. La construcción suele revestirse de piedra, ladrillo o mediante trabajos de manipostería, en prevención bien de desmoronamiento de la obra, bien de filtraciones de agua o residuos. Ya en la superficie, en la boca del pozo se construye, como medida de seguridad y para facilitar la extracción del agua, un brocal, también de piedra, ladrillo o manipostería, de una altura variable –suele alcanzar entre 0,5 y 1,2 m- y forma generalmente circular o cuadrangular, sobre el que se dispone, a su vez, una estructura, que puede variar en forma y disposición, a veces debido a motivaciones artísticas, de la que pende el mecanismo utilizado para extraer el agua y que sirve también como protección ante invasiones externas (agua de lluvia, malos usos del pozo). Antiguamente, en los pozos situados en campos o al borde de caminos, solían construirse abrevaderos para el ganado.