El “Premio Anagrama de Ensayo” fue creado por la misma editorial barcelonesa, fundada y promovida por Jorge Herralde, que inició su andadura en 1968 e inicialmente fue concebida como editorial ensayística. La editorial pensó en 1970 la posibilidad de crear un premio de ensayo que atrajera la atención de escritores y artistas, y permitiera encontrar nuevos autores. Así, en esa década resultaron premiados Enrique Gil Calvo y Sebastià Serrano, entre otros muchos. La iniciativa tuvo éxitos de ventas como los cosechados por el mallorquín Luis Racionero, autor de Los bárbaros del Norte, o las mujeres Carmen Martín Gaite (Usos amorosos de la posguerra) en 1987; Carme Riera (La Escuela de Barcelona) en 1988; Soledad Puértolas (La vida oculta) en 1993; y la escritora argentina afincada en Barcelona Nora Catelli (Testimonios tangibles) en 2001. No sólo se publican las obras galardonadas, sino también las de algunos finalistas si son consideradas comerciales, consolidándose...