Historia Desde mediados del s. XV, los remensas, campesinos medievales catalanes adscritos a dominios señoriales que sólo podían abandonar mediante el pago de una redención, empezaron a organizarse en colectivos que protestaron reiteradamente a causa de los abusos a los que estaban sometidos. En 1448 los síndicos de la remensa propusieron a la Corona aragonesa la redención de los malos usos, prestaciones a las que estaban sujetos siervos y colonos, a cambio de un elevado pago. Alfonso V de Aragón (1416-1458), opuesto a una parte del estamento nobiliar, decretó la suspensión de dichas prestaciones (1455), que fue confirmada posteriormente por Juan II de Navarra y Aragón (1458-1479).